miércoles, 28 de marzo de 2012

A ustedes.

"Para contarte canto, quiero que sepas cuanto me haces bien"  

  Jorge Drexler.



  Dos años después vuelvo a escribir, y cuando digo a escribir me refiero a transcribir emociones y sentimientos, dos largos años con novedades poco agradables que de a poco fueron anticipando un final no feliz el cual al fin cedió, no pretendo que esto se entienda ni se trate de interpretar ya que escribo desde aquella ultima vez solo para mí.
  Hoy vuelvo a este medio ya que encontré una razón para hacerlo. Esta razón fue y es en este momento producto de una de las personas a las cuales dedico la frase del Sr. Jorge Drexler, no es algo sólido ni puntual aunque me haya referido concretamente a este momento sino es algo que se fue construyendo a lo largo de un X tiempo y de una X cantidad de hechos sucedidos.
  La verdad es que esta nota es para todos los que se tomaron un segundo para prestarme más que solamente eso, en tiempos donde nadie escucha a nadie, en tiempos egoístas y mezquinos (Diría Fito) ustedes queridas personas que admiro me dieron algo y ese algo estuvo siempre más allá del tiempo, más allá de la acción, mas allá de lo físico, más allá de lo que uno puede pedir y quizá hasta comprender, esto que me dieron supo ser mi columna vertebral en tiempos de sismos, fueron y son aquello que me hace bien.
  Por esas cosas que día a día van construyendo algo que aunque no lo veamos y quizá hasta nos cueste sentir, terminan siendo lo sólido, lo importante, lo finalmente y únicamente real, por esas cosas y por esta razón estoy escribiendo para pedir perdón si hay alguien a quien no haya sabido respetar ni valorar y aún así, sin decir nada, siguieron conmigo.