Me pasó algo que no me esperaba, en algún punto me encontré solo y tranquilo, soy muy pichón todavía por suerte, cada día a cada momento y con cada pequeña reflexión me voy conociendo un poco más.
No tengo ganas de tener nada que ver con nadie ni nada, "No puedo verme inútil mejor me marcho, me voy si de nada sirvo para tí mejor me voy" (Eduardo Mateo), estar cansado de todo y poder, voluntariamente, desaparecer.
Ahora que tengo un instrumento bueno, voy a tratar de aprovechar, siendo instrumento mi apertura, siento que de nuevo todo es nuevo y la alegría de no necesitar es ahora la base y el sustento de las horas que pasan.
Todo sigue un curso evolutivo natural, de independencia física y mental, proceso que acompaña el crecimiento a lo largo de la vida, desprenderse es dar un paso, pero aferrarse también en algunos casos puede ser avanzar, hay que saber distinguir y aprender, que al corazón también se equivoca pero se puede enderezar.
Por lo dicho ya no extraño lo antes añorado, no lloro lo perdido ni busco nada recuperado, pero locamente todavia te pienso. . .
"Si supieras
un día serás de verdad
y habrá quien me quiera."
Gracias a Eduardo Mateo, que con su música y sus letras le da un empujonsito más a este pichón que recién esta empezando a querer abrir sus alas para volar.
