viernes, 28 de diciembre de 2012

Guardame.

Entendiéndose como único dueño de sus acciones y haciéndose responsable ya de sus consecuencias, empieza a caminar, empieza a cambiar, se resguarda de lo que pueda llegar hoy a dejar, sigue para poder mañana llegar a crear. No entiende como pasa pero trata de alcanzar, eso que tanto busca y tanto tarda en llegar.
Se pierde en los caminos nunca sabidos, se encuentra en los callejones siempre perseguidos, se busca en la mañana, habita en la noche, y la tarde que ya no existe, para ella ningún reproche.
No le interesan más los tabues, ni tampoco ya los honores, sus creencias se van mutilando al asombro de los mentores, quien ayer escucho alma y más, hoy escuchó al loro o a la vida quizás...
Hablando de salidas, se hace difícil entrar a donde muchos caídos no han de prosperar, al infierno con Dante nunca ha de viajar, más apunta a otro lado, al que no se puede llegar.
Ni brújulas ni mapas lo podrán orientar, su corazón es su guía, Virgilio se cansó de hablar, quizás viva cautivo, como vivió Ana Frank, pero él espera salir solo después de entrar, no habla solo de generales ni del arte de luchar, tierra adentro o tierra afuera, batallas no librará.
Se concentró una vez en lo importante, cuenta con algún acompañante y esa tranquilidad de saber que no lo van a dejar caer, caer donde cayó el Quijote, en la locura noble pero infernal. 
Cómo náufrago pasea, sin saber si va a llegar, con la esperanza a cuestas de algún día poder anclar.
Manifiesta sus temores, sus alegrías y sus amores, aunque a nadie le interese, por más que eso a el le pese.
Su casa no esta tomada, más que por sus lamentos, entre muros y tormentos o sus fríos sentimientos, siente lo que Platón, esta logrando abrir el cascarón, otros como Demián algún día lo alcanzaron.
Y con esto quiero decir, que no todo es sufrir, hay que tirarse al abismo que hay dentro de uno mismo, conocerse y conocer al objetivo y al rival, que como dijo Sun Tsu el mejor general : "Sin batalla se ha de ganar". 

viernes, 21 de diciembre de 2012

¿

Una vez pedí un signo de pregunta, para comenzar una oración. Me dijeron que siempre pedía cosas tan raras... Lo que, lógicamente, me llevo a una nueva pregunta, ¿Por qué si necesito algo tan simple para comenzar, me responden con algo que denota una anomalía en mí?
Me trataron de raro una vez más, lo que no me molesta ya que en mi barrio ser raro es similar a ser mejor, no es que viva en un mal lugar, sino que es un lugar al cual muchas veces no pertenezco, no me representa, no hablan sus habitantes de mí ni por mí y mucho menos para mí., Es un lugar donde generalmente hablan de ellos, para ellos y por ellos, no miran más allá de sus ambiciones o sus intereses, son simplemente (no todos por supuesto) egoístas por definición, pero no por elección directa. Fueron educados para ser así y son fieles a sus enseñanzas, no lo hacen con maldad, ni con desprecio, lo hacen con ignorancia.
Recuerdo haber leído hace poco un cartel que pretendía educar a los hijos para ser felices y no ricos, pero cuando la riqueza es el sinónimo del éxito, la educación se nubla y se orienta para ese lado, por estas calles se miran autos, ropas, zapatillas, se ven pocas miradas, pocos saludos y pocas manos.
Volviendo a lo pertinente, conseguí el signo de interrogación y pude empezar, lo conseguí de la mano de esa persona que me llamo rara... Lo cual nuevamente me llevó a pensar, que pese a nuestras diferencias estaba ante una persona respetable, distinta, hermosa. Hermosa porque me hizo pensar esto que escribo, que escribo porque ya no quiero dejar de intentar transmitir lo que siento, lo que veo, lo imperfecto de una situación simple, lo perfecto de las divergentes de mi mente, que se pregunta y se debate la vida a partir de un simple signo de interrogación.

miércoles, 19 de diciembre de 2012

La vida moderna

Creo que la encontré, no se parece a la de la televisión, ¿Por dónde comenzar?...
Definitivamente no es un juguete, a la vez que se la sobrevalua esta muy devaluada.
Debo detener este sin sentido, !Tiene mente propia!.
Se tatuo en mi garganta su locura, logró desarmar mi armadura.
Por suerte guarde el recibo, podré devolverla y recuperar el dinero...
O simplemente apagarla.
En su manual veras que :
La única manera de apagarla será vivir en su interior, en su abismo de posesion insensata y descuidadamente egoista. 

Es un libro cada vez más nuevo, cada vuelta de página deverás lavarte las manos, pasaras tu vida en busqueda de esa belleza otra vez.
Moldeando mis ideas, ya que no hablamos hoy de formas, perdiendome en las pruebas y ocultandome en esta habitación, oscura y solitaria, llena de ruidos y colores que exponen más que una angustia, proporciona una gran variedad de milagros y cambios. Impresionante, raro, aterrador, oscuro y malicioso.
Vuelta de página... Lávate las manos...