domingo, 15 de diciembre de 2013

Abriendo la tierra

La cama se derrite, el piso esta resbaladizo, el ventilador no hace mas que ruido, la puerta refleja luz, la persiana entrecerrada, un disco sonando, un monitor que me ilumina la cara y yo que respiro.
 Respiro y nada más, no hay nada más. No hay temperatura, ni tiempo, ni responsabilidad, ni obligación, ni ganas, ni desgano, ni felicidad, ni dolor, ni pasado, ni futuro, solamente presente donde respiro y nada más, las manos sobre el teclado, los ojos que miran, la boca que se abre para respirar un poquito mas, las orejas quietas que dejan la musica pasar y salir, los pies cruzados, la espalda encorvada, los codos apoyados y el pecho que se infla y se desinfla.
 A tras de todo esto antes mencionado la vida que pasa, el frío que se viene, el calor que se irá, lo que me queda mañana, lo que habré hecho ayer, la magia del presente y del vivir por vivir.
 Mi vida esta transcurriendo constantemente un Domingo por la noche, donde podría pasar de todo, pero generalmente es muy factible que no pase nada, lo unico raro es que nada malo parece poder pasar.